Mountain Bike II
  
Aparte de todo el ejercicio que se hace en este deporte, y ese segundo esfuerzo que se convierte en un tercero y hasta en un cuarto esfuerzo, disfrutar de la naturaleza, ver paisajes que te estremecen y te hacen sentir chinche y que pierdes la noción del tiempo en el que t e encuentras, además de la peligrosidad que uno corre y del desafío que se acepta al practicar este deporte, hay un factor importantísimo que sobrepasa todo, y es el ser un deporte de compañerismo, de unos lasos muy grandes y sólidos que se generar, comenzando por rodearte de personas con la misma locura de uno, con las mismas metas y es ahí, cuando te encuentras en la montaña con toda esa incertidumbre, te das cuenta que dependes de tu compañero, que hacerlo solo es una enorme tontería, y no a cualquier gente dejas esa responsabilidad, y si a eso agregamos que en la montaña te muestras tal como crees, que todos esos prejuicios se volatizan, sale a flor de piel las debilidades y las fortalezas, entonces al final del tour, te das cuenta cuanto valen tus compañeros y es ahí donde comienza una hermandad, que después pase lo que pase aun cuando no estés en la bici tienes gente que te rodea que vale oro.

Además, pasa algo muy importante cuando estas con tu nena (tu bici) dándole muy duro, hay momentos de platica con tus compañeros que llega a ser de tal intimidad que solo ellos conocen tus secretos, te aconsejan, te regañan y te apoyan, y también hay momentos de soledad absoluta cuando se dispersa el grupo, unos adelante otros atrás y uno se queda completamente solo, meditando encontrándose uno mismo, y esos momentos han marcado mi vida porque con ellos (acompañado solo) me han servido para tomar decisiones de mi vida, darle una dirección con mas sentido, no sabes como extraño esos momentos, ni hablar, la vida pasa, las cosas van cambiando, y tus compañeros toman otras actividades, la vida les sonríe y dejamos de compartir estas cosas, pero lo que pasamos me ha quedado permanentemente grabado por todos lados, y me iré a la tumba con todo eso padrisimo, y considerándote como mi hermano, mi mejor amigo y de quien aprender enormidades.